Lectura del Evangelio 23 Septiembre 2016.Obra Fotográfica de cotallononocot

Viernes 23 Septiembre 2016

Viernes de la vigésima qunita semana del tiempo ordinario

Libro de Eclesiastico, de Sirac 3,1-11.

Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol:
un tiempo para nacer y un tiempo para morir, un tiempo para plantar y un tiempo para arrancar lo plantado;
un tiempo para matar y un tiempo para curar, un tiempo para demoler y un tiempo para edificar;
un tiempo para llorar y un tiempo para reír, un tiempo para lamentarse y un tiempo para bailar;
un tiempo para arrojar piedras y un tiempo para recogerlas, un tiempo para abrazarse y un tiempo para separarse;
un tiempo para buscar y un tiempo para perder, un tiempo para guardar y un tiempo para tirar;
un tiempo para rasgar y un tiempo para coser, un tiempo para callar y un tiempo para hablar;
un tiempo para amar y un tiempo para odiar, un tiempo de guerra y un tiempo de paz.
¿Qué provecho obtiene el trabajador con su esfuerzo?
Yo vi la tarea que Dios impuso a los hombres para que se ocupen de ella.
El hizo todas las cosas apropiadas a su tiempo, pero también puso en el corazón del hombre el sentido del tiempo pasado y futuro, sin que el hombre pueda descubrir la obra que hace Dios desde el principio hasta el fin.


 †José Antonio Cotallo López©


Salmo 144(143),1a.2abc.3-4.

Bendito sea el Señor, mi Roca,
él es mi bienhechor y mi fortaleza,
mi baluarte y mi libertador;
él es el escudo con que me resguardo.

Señor, ¿qué es el hombre para que tú lo cuides,
y el ser humano, para que pienses en él?
El hombre es semejante a un soplo,
y sus días son como una sombre fugaz.


 †José Antonio Cotallo López©


Evangelio según San Lucas 9,18-22.

Un día en que Jesús oraba a solas y sus discípulos estaban con él, les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?».
Ellos le respondieron: «Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los antiguos profetas que ha resucitado».
«Pero ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy yo?». Pedro, tomando la palabra, respondió: «Tú eres el Mesías de Dios».
Y él les ordenó terminantemente que no lo dijeran a nadie.
«El Hijo del hombre, les dijo, debe sufrir mucho, ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser condenado a muerte y resucitar al tercer día».


 †José Antonio Cotallo López©


El Evangelio del día de hoy explicado:

«¿Quién dice la gente que soy yo? (…) Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»

Hoy, en el Evangelio, hay dos interrogantes que el mismo Maestro formula a todos. El primer interrogante pide una respuesta estadística, aproximada: «¿Quién dice la gente que soy yo?» (Lc 9,18). Hace que nos giremos alrededor y contemplemos cómo resuelven la cuestión los otros: los vecinos, los compañeros de trabajo, los amigos, los familiares más cercanos… Miramos al entorno y nos sentimos más o menos responsables o cercanos —depende de los casos— de algunas de estas respuestas que formulan quienes tienen que ver con nosotros y con nuestro ámbito, “la gente”… Y la respuesta nos dice mucho, nos informa, nos sitúa y hace que nos percatemos de aquello que desean, necesitan, buscan los que viven a nuestro lado. Nos ayuda a sintonizar, a descubrir un punto de encuentro con el otro para ir más allá…

Hay una segunda interrogación que pide por nosotros: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» (Lc 9,20). Es una cuestión fundamental que llama a la puerta, que mendiga a cada uno de nosotros: una adhesión o un rechazo; una veneración o una indiferencia; caminar con Él y en Él o finalizar en un acercamiento de simple simpatía… Esta cuestión es delicada, es determinante porque nos afecta. ¿Qué dicen nuestros labios y nuestras actitudes? ¿Queremos ser fieles a Aquel que es y da sentido a nuestro ser? ¿Hay en nosotros una sincera disposición a seguirlo en los caminos de la vida? ¿Estamos dispuestos a acompañarlo a la Jerusalén de la cruz y de la gloria?

«Es un camino de cruz y resurrección (…). La cruz es exaltación de Cristo. Lo dijo Él mismo: ‘Cuando sea levantado, atraeré a todos hacia mí’. (…) La cruz, pues, es gloria y exaltación de Cristo» (San Andrés de Creta). ¿Dispuestos para avanzar hacia Jerusalén? Solamente con Él y en Él, ¿verdad?

Rev. D. Pere OLIVA i March
(Sant Feliu de Torelló, Barcelona, España)


 †José Antonio Cotallo López©


Santo(s) del día

San Pío Pietrelcina
San Fournet
Santos Zacarías e Isabel
San Adamnano de Iona
Santos Andrés, Pedro y Antonio
Beato Pedro Acotanto
Beatos Cristóbal y Juan
Beato Guillermo Way
Beata María Emilia Tavernier
Beato Vicente Ballester Far
Beata Sofía Ximénez
Beata Bernardina Jablonska
Beato José Stanek
Santa Tecla de Iconio
Beato Cristobal de México
San Lino Papa
San Sosio de Capo
San Andrés África
San Constancio de Arcona
San Xantifa
San Liberio Papa
Beato Guy Durnes
Beata Elena Duglioli Dall’Olio

 †José Antonio Cotallo López©


Beato Pablo VI

«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»



Santa Tecla

Celebramos hoy 23 de septiembre, una mártir cristiana con una tradición en la Iglesia que es tan grande y antigua como sin embargo, desconocida, por lo que la pregunta que nos formulamos hoy es precisamente ésta: ¿quién fue Santa Tecla?

Estando Pablo en Iconio durante el que podemos denominar como su primer viaje, tiene lugar un evento que aunque ajeno a los libros canónicos, goza de una cierta tradición por lo que a Pablo se refiere: se trata del conocimiento que entabla el apóstol de los gentiles con una jovencita de nombre Tecla a la que convierte. El tema es motivo del texto apócrifo conocido como “Hechos de Pablo y Tecla”, texto que aunque forma parte del también apócrifo libro de los “Hechos de Pablo”, parece tener vida propia, presentándose a menudo como un libro diferenciado. Dice el apócrifo en cuestión:

“Mientras Pablo hablaba así en medio de la asamblea reunida en casa de Onesíforo [Onesíforo es quien aloja a Pablo en su casa cuando éste se halla en Iconio], una cierta Tecla, cuya madre se llamaba Teoclía, virgen y prometida a un varón por nombre Támiris, estaba sentada muy cerca de la ventana de la casa, y escuchaba noche y día el discurso de Pablo sobre la pureza, la fe en Cristo y la oración. No se movía de la ventana sino que llena de alegría, se sintió arrastrada a la fe.” (PabTec. 7).

Teoclía, la madre de Tecla, llama entonces a Támiris, el prometido de su hija, para que hable con ella. Al fracasar en su intento de disuadir a la muchacha de escuchar al extranjero, Támiris entra en contacto con dos hombres que acompañan a Pablo, Dimas y Hermógenes, los cuales, aunque se presentan como sus discípulos, son dos hipócritas que le detestan. Cuando Támiris les pregunta sobre Pablo, éstos le responden:

“No sabemos quién es ése. Pero priva a los jóvenes de las mujeres y a las muchachas de sus maridos diciéndoles: “No habrá para vosotros resurrección si no permanecéis castos, sin manchar vuestra carne, sino conservándola pura.”” (PabTec. 12).

Támiris, acompañado de una muchedumbre armada con palos, secuestra a Pablo y lo lleva ante el gobernador Cestilio, que lo manda encarcelar. Tecla entonces, soborna al vigilante de la cárcel regalándole su brazalete, con la sola finalidad de entrar donde Pablo y seguir escuchándole.

Llevados Pablo y Tecla nuevamente ante el gobernador, éste manda flagelar a Pablo. En cuanto a Tecla, ocurre lo más inesperado. Su propia madre Teoclía, conmina al gobernador:

“Quema a esta impía, quema a esta enemiga del matrimonio en medio del teatro, para que se atemoricen todas las mujeres que reciben de este hombre enseñanza” (PabTec. 20).

El gobernador accede a los deseos de la madre, ocurriendo entonces lo siguiente:

“Los jóvenes y las muchachas trajeron leña y paja para quemar a Tecla. Cuando la trajeron desnuda, el gobernador [que a pesar de las condenas que había impuesto exhibe cierto aprecio hacia Pablo] prorrumpió en lágrimas y quedó admirado de la fortaleza que había en ella. Esparcieron la leña y los verdugos le ordenaron subir a la pira. Tecla, haciendo el signo de la cruz, se subió sobre la leña y ellos le prendieron fuego. Y aunque refulgía una enorme llama, el fuego no la tocaba […] y se salvaba Tecla” (PabTec. 22).

Lo primero que hace Tecla una vez que de tan milagrosa manera salva la vida, es buscar a Pablo, encontrándole en el camino de Iconio a Dafne. Pablo entonces decide llevársela a Antioquía. Aunque el relato nada dice al respecto, parece tratarse de Antioquía de Pisidia, más cercana a Iconio que la otra Antioquía. Allí llegados, el magistrado Alejandro se enamora de Tecla y al intentar forzarla, Tecla le “desgarró la clámide [y] le arrancó la corona” (PabTec. 26). El humillado magistrado lleva el caso al gobernador, que condena a la joven a las fieras. La única gracia que le concede es que muera virgen, y que hasta el momento de su martirio, pase lo que le resta de vida en casa de una mujer principal, Trifena, que por haber perdido a la suya propia, de nombre Falconila, acoge a Tecla como si de una hija se tratara. Ocurre entonces el siguiente prodigio:

“Tecla fue arrancada de las manos de Trifena [que la había acompañado hasta el circo]. La desnudaron, le pusieron un ceñidor, la lanzaron al estadio, y soltaron contra ella leones y osos. Una terrible leona corrió hacia ella y se acurrucó a sus pies […] Pero una osa se lanzó contra Tecla, mas la leona rápidamente le salió al encuentro y la desgarró. De nuevo un león adiestrado para atacar a los hombres y que pertenecía a Alejandro, corrió contra ella. Pero la leona se enzarzó con él y ambos perecieron. […]
Lanzaron entonces a muchas fieras, mientras ella de pie, extendía sus manos y rezaba. Cuando concluyó su plegaria se volvió, vio una gran cavidad llena de agua y se dijo: “Ahora es el momento de recibir el baño [se refiere al bautismo]”. Y se lanzó al agua mientras decía: “En el nombre de Jesucristo me bautizo en mi postrer día”. […]
Ante este espectáculo también el gobernador derramó lágrimas, porque las focas [que llenaban el estanque] iban a devorar a tal hermosura. Así pues, Tecla se lanzó al agua en nombre de Jesucristo. Pero las focas tras ver el fulgor de un relámpago ígneo, quedaron flotando muertas. Y se extendió sobre Tecla una nube de fuego, de modo que ni las fieras podían tocarla, ni pudiera contemplarse su desnudez.
Lanzaron otras fieras más terribles […] unas arrojaban vainas verdes, otras nardo, otras casia, otras bálsamo, de modo que hubo una gran cantidad de perfumes. Todas las fieras arrojadas contra ella no la tocaron, como si fueran presa del sueño, por lo que Alejandro dijo al gobernador: “Tengo unos toros muy bravos, atemos a ellos la condenada”. El gobernador, con gran tristeza, se lo permitió con estas palabras: “Haz lo que quieras”.
Entonces la ataron por los pies en medio de los toros y aplicaron a sus partes hierros ardientes, de modo que, conturbados al máximo, la mataran. Los animales pues saltaron, pero la llama, ardiendo en derredor, quemó las ataduras, como si no hubiera estado ligada.
Trifena perdió el sentido cuando se hallaba de pie al lado de las puertas junto a la arena, de modo que sus sirvientes gritaron: “Ha muerto la reina Trifena”.
El gobernador detuvo los juegos, y toda la ciudad quedó consternada. Entonces Alejandro cayó a los pies del gobernador y dijo: “Apiádate de mí y de la ciudad, y libera a la condenada a las fieras, no sea que perezca toda la ciudad. Pues si el César se entera de lo ocurrido, hará perecer enseguida a nosotros y a la ciudad, ya que su parienta, la reina Trifena, ha muerto”” (PabTec. 33, 36).

El gobernador entonces actúa en consecuencia:

“Ordenó traer sus vestidos y le dijo: “Ponte tus vestiduras”. Ella replicó: “El que me ha vestido cuando estaba desnuda entre las fieras, ése es el que me revestirá de salvación en el día del juicio”.
Y tomando sus vestidos se cubrió con ellos. El gobernador dictó inmediatamente un decreto con estas palabras: “Os entrego libre a Tecla, sierva piadosa de Dios”” (PabTec. 38, 1-2).

Lo primero que hace Tecla una vez libre, es buscar nuevamente a Pablo, al cual halla en Mira, para tras encontrarle y hablar con él, volver a Iconio, donde ocurre este inesperable final:

“Dando así testimonio, partió [Tecla] para Seleucia, y tras haber iluminado a muchos con la palabra de Dios, se durmió con un bello sueño [esto es, se murió]” (PabTec. 43).

Desenlace que alimentó otras versiones igualmente apócrifas sobre el final de la bella jovencita, las cuales tienen en común que predicó en una caverna durante setenta y dos años. Tras ello, según una versión habría marchado a Roma en busca de Pablo, sin saber que hacía tiempo que había muerto, momento en el que ella misma habría muerto. Según otra, al intentar, ya anciana, unos hombres forzarla por el simple placer de humillarla, se habría escurrido de ellos por la abertura de una roca, tras lo cual, la roca se habría cerrado para siempre.

Estatua de Santa Tecla

en el monasterio de su nombre en Malula (Siria)
La historia de Santa Tecla pasa del libro de los “Hechos de Pablo y Tecla” a la más consolidada tradición eclesiástica, hasta el punto de que hoy día, la joven Tecla figura en el santoral de la Iglesia como hemos dicho arriba, celebrándose su festividad tal día como hoy.

Dentro de España, se registran dos focos de especial veneración hacia la joven virgen. Por un lado, se le profesa gran devoción en Tarragona, ciudad que registra asimismo la tradición de la visita paulina, curioso que sea justamente Tarragona la ciudad que Pablo visita cuando habla de su visita a España (conozca los pormenores de la misma pinchando aquí si lo desea), de la que es patrona y que conserva, desde el siglo XIV, una reliquia suya entregada por el rey de Óssimo de Armenia a Jaime II. Por otro lado, se le rinde culto también en Galicia, donde la devoción habría sido introducida por la monja Eteria, proveniente de Oriente Medio y Egipto, donde habría visitado su tumba. En la ciudad siria de Malula que sufre de manera especial los rigores de la guerra en Siria, un monasterio lleva su nombre.

Fuente: religionenlibertad.com/





D.José Luis Cotallo Sanchez.


DATOS BIOGRAFICOS

José Luis Cotallo Sánchez
Nació en Cáceres,EL 2-VI-1922. Hijo de Eugenio
y María, joven inteligente,bachiller, empleado de
Correos, militante de la J.M.,A.C., Vicepresidente
del Consejo Diocesano y, años después,Consiliario
del mismo.
A los 18 años ingresó en el Seminario de Coria.
Pasó luego a la Universidad Pontificia de Salamanca.
Ordenado sacerdote el 21-VII-46, cantó misa el 25 en
la Parroquia de Santiago el Mayor de Cáceres.
En cargos de responsabilidad derramó el fuego
apostólico que ardia en su espiritu,con dinamismo
y simpatía.
De verbo elocuente y evangélico, con unción y
sencillez. Conceptos claros y fluidez persuasiva
Gran personalidad en todos los campos ministeriales.
Original y ameno, con apasionado amor a Cristo.
Pulcro, oportuno y espiritual. Su vasta cultura
hizo fecunda su pluma ágil. Dejó una docena de
obras y muchos articulos publicados.
Su labor misionera llegó a casi toda España.
En Cáceres,Salamanca y Brasil consumió la mayor
parte de su tiempo apostólico.
Ferviente pregonero de la devoción a la Virgen.
Promotor del culto e imitación del extremeño San
Pedro de Alcantara y de San Juan de Avila.
Alma y fuerza de movimientos católicos seglares.
Vida comprometida de entrega y servicio a Cristo y
los hermanos.
JOSE LUIS tuvo conciencia de que su fin estaba
proximo. Y, herido de muerte, siguió en la brecha
predicando, escibiendo, orando e inmolando al Padre,
su ya precaria salud, por la salvación de las almas.
El Señor lo llamó el domingo, 20-IX-70 a los 48 años..
Perdimos un celoso capitán del sacerdocio de Cristo.
Rumor de llanto y plegaria en toda su ciudad natal.
Dolor y orfandad en muchas almas. Concierto emotivo de
elogios y testimonios admirables. catálogo de vivencias,
sacrificios y herotismo de caridades.
JOSE LUIS COTALLO, sacerdote, misionero y apóstol,
sembró sus despojos en la tierra, pero, su espiritu, desde
el cielo, sigue rogando al Padre e intercendiendo por nosotros.
Estudió bachiller en el Instituto Nacional de Enseñanza Media de Cáceres.
Dos cursos de Filosofía.
Uno de Teología en el Seminario de Coria.
Cuatro cursos de Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca (1943-47).
Premio Extraordinario en Teología Dogmática Fundamental y en Instituciones de Derecho Canónico.
Ordenado sacerdote el 21 de julio de 1946.
Licenciado en Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca en el año 1947.
Consiliario de Acción Católica, más de 7 años.
Consiliario de Hombres, 3 años de la HOAC.
Profesor de Religión de varios centros 7 años.
Asesor religioso de PROA.
Coadjutor de las parroquias de San Juan, de Santiago.
Rector y profesor del Seminario de Cáceres 5 años.
Delegado Diocesano de la OCSHA, de la Unión Misional del Clero y pro “Clero Indígena” más de 6 años.
Capellán de Emigrantes Españoles y de la Colonia Española en Sao Paulo, en Brasil. Del 30 de julio de 1957 al 1 de julio de 1959
Director de los Servicios Culturales de la Diputación Provincial de Cáceres más de 5 años.
Delegado Episcopal Patronato Provincial de Archivos, Bibliotecas y Museos, más de 4 años.
El día 1 de Noviembre de 1965 fue nombrado Director del Colegio Diocesano.
Fundador del Colegio José Luis Cotallo


Oración para el Padre Cotallo.

ORACION PARA USO PRIVADO

Señor Jesús. Redentor de los
hombres, que llamaste a tu sirvo
JOSE LUIS al honor del saderdocio
para que lo ejerciese en beneficio
de los pobres,afligidos y necesitados.
Por su entrega total a la misión
evangelizadora y su fidelidad integra
a tu doctrina y voluntad santisíma,
rogamos que, por su intercesión,
antiendas nuestras súplicas para
gloria y amor divinos y beneficioso
de las almas. Amén.
(Padrenuestro,Avemaría y Gloria).




Padre Cotallo de joven.



Virgen de la Montaña, patrona de Caceres, Extremadura y Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús.




San Pedro de Alcántara

La fe es la primera raíz, la esperanza es el báculo, y la caridad el fin del camino de toda perfección cristiana.


San Juan De Ávila.

Su virtud principal fue la caridad. Tenía un amor entrañable a la humanidad de Cristo: “el Verbo encarnado fue el libro y juntamente maestro”.


Fundó un complejo con las secciones siguientes:


— Asesoría general e información social y humanística.


— Oficina de inscripción con registro de nombres,señas,de cada emigrante.


— Oficina de colocación laboral y orientación para que los emigrantes no
cayecen víctima de explotadores.


— Sección asistencial para brindar los primeros auxilios al llegar al pais,
como esperar en los puertos,darles alojamientos,ect.


— Centro cultural con biblióteca, periodicos, conferencias, y esparcimientos.

— Departamento de ayuda religiosa y moral: Misas en idioma patrio, celebración
de bodas, bautizos y otros sacramentos según contrumes en los pueblos de origen.

— Cooperación e intercambio con centros similares existentes.

 



Frases del Padre Cotallo.

*<< Quien trata en su vida de hurtar toda clase de sacrificios y
conciba la existencia para el goce y el disfrute, anda muy
lejos de ser un cristiano de verdad.>>*


*<< Caridad no es dar lo que sobra, sino darse: que no es entregar
la cartera, sino el corazón>>*


*<< Y cuando ya nada tengas, regala sonrisas que alivian y arropan,
y plegarias que consuelan y mueven a Dios>>*


*<< El amor y la fe en las obras se ve>>*




Diseño: Jose Antonio Cotallo López

Autor Arte Digital: cotallo-nonocot